La betametasona es un glucocorticoide de síntesis. Esta molécula permite tratar un gran número de enfermedades inflamatorias y limita el riesgo de rechazo en caso de injerto o trasplante.
La betametasona tiene numerosas aplicaciones en medicina, particularmente en el ámbito dermatológico ya que sirve para tratar diversas enfermedades de la piel como ciertos líquenes planos, urticaria aguda, formas severas de angiomas en la piel de los bebés, dermatosis neutrofílicas o dermatosis pustulosas (lesiones cutáneas que parecen burbujas en la superficie de la piel) autoinmunes.
La betametasona también se emplea en el tratamiento de enfermedades respiratorias como la sarcoidosis evolutiva, el asma o la fibrosis pulmonar, además de enfermedades oftalmológicas (inflamaciones intraoculares, exoftalmías edematosas) y enfermedades digestivas (hepatitis crónica autoinmune, hepatitis aguda alcohólica, enfermedad de Crohn y rectocolitis hemorrágica).
Las enfermedades reumáticas (reumatismo articular, poliartritis, enfermedad de Forestier o pseusopolartritis rhizomélica), las enfermedades neurológicas como la esclerosis en placas o un edema cerebral por tumor también se tratan con betametasona, así como las enfermedades endocrinas (inflamaciones de la tiroides) y las enfermedades renales (nefritis lúpica y glomerulonefritis primitiva).
La betametasona es un glucocorticoide (familia de corticosteroides del cual forma parte la cortisona) de síntesis. Esta molécula también puede ser indicada en ciertos casos de otitis, sinusitis, rinitis alérgica o algunas formas de anemia y de púrpura trombocitopénica severa.
Esta molécula también se utiliza para prevenir o tratar el rechazo del órgano trasplantado por parte del organismo y prevenir o tratar una eventual reacción agresiva del órgano trasplantado en el organismo del paciente.
La betametasona tiene propiedades antiinflamatorias (combate el dolor), analgésicas (alivia el dolor) y antipiréticas (baja la fiebre), de ahí sus numerosas aplicaciones en medicina.
También es un excelente inmunosupresor. En efecto, la betametasona inhibe la reacción inmunitaria del organismo, por eso se administra a los pacientes a los que se les ha efectuado un trasplante.
La betametasona está contraindicada en personas alérgicas a la betametasona o a otros corticosteroides.
La betametasona nunca debe administrarse a pacientes con enfermedades infecciosas, particularmente infecciones virales como el herpes, el herpes zoster, la varicela y ciertas hepatitis.
Esta molécula también debe ser evitada si se ha administrado recientemente una vacuna viva o el paciente tiene trastornos mentales severos no controlados.
La betametasona se comercializa en forma de crema, gel, comprimidos y solución inyectable o bebible.
La betametasona está presente en fármacos como Betneval (crema o pomada), Daivobet (gel o pomada), Diprosone (crema, loción o pomada), Celestone (solución inyectable, bebible o en comprimido), Betnesol (comprimido, solución inyectable o solución rectal) o Betamethasone Arrow (solución bebible o comprimido).
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