Doliprane es un medicamento que contiene paracetamol que permite reducir la fiebre y los dolores de diversos tipos. Doliprane existe en diferentes dosis y en diferentes presentaciones, especialmente en forma de comprimidos efervescentes o no, supositorios, polvo para solución bebible o jarabe.
Doliprane es indicado para dolores musculares o dentarios moderados, calambres menstruales, fiebre, síntomas gripales y cefaleas. Para el adulto, es aconsejado tomar 500 mg a 1000 mg de Doliprane, cada 6 horas, con un máximo de 4 tomas al día.
El tratamiento por Doliprane debe ser vigilado en caso de insuficiencia renal severa. En este caso las tomas serán espaciadas por lo menos 8 horas, con un máximo de 3 g al día. Doliprane también se tiene que tomar con precaución en caso de alcoholismo crónico, desnutrición crónica, deshidratación o insuficiencia hepatocelular. Las personas alérgicas al trigo o a la lactosa pueden reaccionar a Doliprane. Es contraindicado en las personas alérgicas al paracetamol.
Los efectos secundarios del Doliprane son generalmente debidos a una intolerancia al gluten, a la lactosa o al paracetamol, que se manifiestan por náuseas, incluso vómitos, dolores abdominales y pérdida total del apetito.
Con el fin de evitar toda sobredosis, no hay que tomar Doliprane en asociación con otro tratamiento que contiene paracetamol. El paracetamol no debe jamás ser tomado en una dosis superior a 4g al día. Si el estado febril dura más de 3 días o si las manifestaciones dolorosas tienen más de 5 días, el tratamiento debe estar detenido y se debe consultar con un médico.
Doliprane no causa riesgo para el feto o en caso de lactancia, a condición de respetar la posología. Una sobredosis en paracetamol puede causar la defunción. El antídoto es N-acetilcisteína que debe ser administrado en las diez horas que siguen a la intoxicación.