El fibroma subseroso se encuentra en la parte externa del útero, mirando hacia la cavidad abdominal. Se puede estar alojado en el seno del útero o estar unido por un pie (se les llama, entonces, pediculados). El fibroma subseroso suele ser asintomático. Si es grande, sin embargo, puede comprimir los órganos circundantes y causar problemas urinarios (ganas de orinar imperiosas, problemas renales), intestinales (estreñimiento) o causar dolor. Requieren una cirugía de ablación.