La biopsia ósea es un examen quirúrgico que consiste en obtener uno o más fragmentos de hueso para diagnosticar la presencia de un tumor canceroso. Se realiza bajo anestesia local. Esta prueba se recomienda generalmente en pacientes con osteopenia, osteoporosis, osteomielitis, una enfermedad de los huesos de cristal o un tumor. Para lograr una biopsia de hueso, el cirujano procede a insertar una aguja específica con un mandril. Esta herramienta permite la extracción de una o varias muestras del hueso. Entre las complicaciones de la biopsia ósea podríamos incluir el debilitamiento del hueso perforado y la hemorragia.