¿Cuáles son las especificidades del masaje tailandés y las técnicas empleadas? ¿En cuáles casos el masaje tailandés es recomendado?
El masaje tailandés se inspira en prácticas de medicinas antiguas ayurvédicas y chinas.
Sus orígenes son enigmáticos, pero las técnicas utilizadas serían heredadas de ermitaños tailandeses. El templo de Wat Pho, situado en Bangkok, es considerado como el lugar de nacimiento del masaje tailandés tradicional.
Similitudes pueden ser encontradas con la acupresión china, pero se trata de prácticas muy distintas.
El masaje tailandés se concentra en todas las líneas de energía del cuerpo. Se trata de un masaje completo, que solicita todas las partes del cuerpo y que necesita una sesión larga.
Un masaje tailandés completo dura entre 2 y 3 horas en promedio.
El masaje es practicado en el suelo, sobre un tatami o una estera, para dar más espacio al terapeuta. Por lo general, se inicia con una manipulación de la planta de los pies, para tener una visión de un conjunto de los puntos fuertes y de los puntos débiles del cuerpo.
El terapeuta realiza movimientos de presión sobre las líneas y los meridianos, para restablecer la buena circulación de las energías en el organismo. Utiliza sus pulgares, sus codos, sus rodillas y sus pies para realizar las manipulaciones.
El masaje es también activo durante la sesión. Una fase de estiramientos sigue la fase de masaje, para liberar las tensiones y regenerar el cuerpo.
No se trata de ejercicios, sino de movimientos destinados a completar el trabajo realizado sobre las líneas de energía y los puntos de presión.
Tradicionalmente, el masaje tailandés unifica el cuerpo y el espíritu y mejora el bienestar.
El masaje tailandés puede ser empleado de modo preventivo o terapéutico. Entre sus virtudes, este masaje permite relajar los músculos, ganar flexibilidad y gozar de una mejor amplitud en los movimientos.
Las presiones y los estiramientos practicados durante una sesión de masaje tailandés alivian las tensiones nerviosas y los trastornos del sueño.
El masaje tailandés no es aconsejado a los niños, ni a las mujeres embarazadas, debido a métodos particularmente enérgicos. Es mejor evitar recurrir a los masajes tailandeses en caso de enfermedad cardiovascular, lesiones cutáneas o fragilidad de los huesos.
Salvo estas contraindicaciones, el masaje tailandés puede ser recomendado a todos, incluido a las personas de edad para ayudarles a ganar flexibilidad.
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