Enfocado en la comprensión del paciente y la escucha del cuerpo, el masaje californiano proporciona relajación y tranquilidad.
A continuación un panorama sobre las técnicas empleadas y sobre sus propiedades.
Apareció en los años 1970 en la Costa Oeste de los Estados Unidos, el masaje californiano se volvió popular por grupos de trabajo y de terapia que predican el equilibrio, la expresión de los sentimientos y los lazos entre el cuerpo y el espíritu.
El masaje californiano se desarrolló y se profesionalizó en el mundo en los años 1980. Se trata de un enfoque más suave del masaje sueco, del cual es inspirado.
El masaje californiano combina técnicas de masaje suaves y fluidos y gestos firmes.
Se trata de un masaje global del cuerpo, destinado a relajar al paciente y a reorientarlo. Se basa en una relación de escucha y de comprensión entre el masajista y el paciente.
Al principio de la sesión, el masajista invita el paciente a tomar conciencia de su respiración y que hay que inspirar y expirar profundamente. Generalmente, comienza con un masaje de la espalda, luego masajea todo el cuerpo, concentrándose eventualmente sobre las partes más tensas. Las técnicas empleadas son suaves movimientos, balanceos, presiones y fricciones. El masajista también puede proceder a estiramientos de los miembros de ser necesario.
La duración media de un masaje californiano es de una hora. El masajista puede realizar un masaje más largo en función a las necesidades del paciente.
El masaje californiano es principalmente conocido por sus propiedades relajantes y sus beneficios físicos y psicológicos. Es particularmente recomendado en caso de estrés o de agotamiento.
El masaje californiano también permite aflojar los músculos, relajar el cuerpo, y mejorar la circulación sanguínea y linfática. Puede ser indicado a las personas que siguen una psicoterapia o han sufrido un traumatismo.
Existen pocas contraindicaciones al masaje californiano, contrariamente a otras técnicas más estimulantes. También, el masaje californiano es desaconsejado a las personas afectadas por fiebre y a las que han sufrido una intervención quirúrgica reciente. En caso de duda, es recomendado pedir la opinión de un médico.
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