Los corpúsculos de Meissner son receptores sensoriales que se alojan justo por debajo de la epidermis (capa superficial de la piel). Estos receptores sensitivos permiten percibir los contactos ligeros como los tocamientos, los roces, las vibraciones superficiales (aquellas comprendidas entre 5 y 200 Hertz) o los objetos en movimiento rápido sobre la piel (una hormiga o una mosca, por ejemplo). Los corpúsculos de Meissner son particularmente numerosos en zonas como los labios, las plantas de los pies o la pulpa de los dedos.