La expresión transición alimentaria" hace referencia habitualmente a los cambios en las actitudes alimentarias que se observan en un país en plena época de expansión económica. El principal cambio que se observa en esta transición alimentaria es un consumo creciente de proteínas y lípidos (materias grasas) de origen animal, y una menor utilización de nutrientes vegetales. Es decir, los habitantes de los países en desarrollo adoptan el modo de alimentación occidental. Este hecho no está exento de riesgos para la salud: cada vez aparecen más casos de obesidad y de patologías degenerativas crónicas imputables a este sistema alimentario.