Llamamos funciones vitales a las funciones orgánicas que garantizan la supervivencia de un individuo. La medicina de urgencia define tres grandes funciones vitales: la respiración pulmonar, la circulación sanguínea (que se realiza gracias a los latido del corazón) y la actividad del sistema nervioso central (cerebro + médula espinal). La afectación de una sola de estas funciones puede causar rápidamente la muerte. Diversas prácticas de Urgencia pueden suplir estas funciones a la espera de que llegue el rescate, sobretodo la respiración boca a boca (reemplaza temporalmente la respiración natural) y el masaje cardíaco (inicia artificialmente la circulación sanguínea).