Podemos hacer crujir todas las articulaciones, desde el dedo meñique, pasando por el cuello hasta los tobillos, plegando o torciendo ligeramente la parte concernida.
Hacer crujir las articulaciones, y en particular los dedos, constituye para algunos un placer. ¿A qué corresponde esto y acaso es malo para las articulaciones?
Las articulaciones son lugares de uniones entre dos huesos y contienen cavidades en las cuales se encuentra un fluido llamado líquido sinovial. Este fluido viscoso tiene por objeto limitar las fricciones al nivel de la articulación. Cuando la presión disminuye en estas cavidades, burbujas pueden formarse en el líquido sinovial. Son las burbujas que estallan cuando se hace crujir las articulaciones, lo que provoca este ruido característico. Hay que esperar cerca de 20 minutos antes de que las burbujas se vuelvan a formar y antes de poder hacer crujir nuevamente la misma articulación.
Varios estudios parecen mostrar que hacer crujir regularmente las articulaciones no provoca riesgo de artritis u otras patologías articulares. Sin embargo, estos estudios no son contundentes y es difícil de pronunciarse verdaderamente sobre este tema. A priori, crujirse los dedos no es peligroso.