La coenzima Q-10 (CoQ-10) es una sustancia parecida a una vitamina que se encuentra presente en todo el cuerpo, pero especialmente en el corazón, el hígado, los riñones y el páncreas. Se ingiere en pequeñas cantidades en carnes y mariscos. La coenzima Q-10 se puede también fabricar en el laboratorio y usarla como un medicamento.
La coenzima Q-10 es utilizada en Japón por millones de personas para las enfermedades del corazón, especialmente para la insuficiencia cardiaca congestiva. También se consume mucho en Europa, EEUU y en Rusia.
La coenzima Q-10 se obtiene de la fermentación de betarraga y azúcar de caña con cepas especiales de levadura.
En nuestro organismo la coenzima Q10 se encuentra integrada en las membranas de las células y en las lipoproteínas de la sangre (colesterol) para mantener los lípidos del colesterol en estado reducido, en colaboración con la vitamina E y así evitar su depósito en la pared de los vasos sanguíneos.
Muchas personas usan la coenzima Q-10 para el tratamiento de las enfermedades del corazón y vasos sanguíneos como la insuficiencia cardiaca congestiva, dolor de pecho (angina), presión arterial alta, y problemas cardiacos vinculados con algunos medicamentos que se usan para el cáncer. También se utiliza para la diabetes, las enfermedades de las encías (ya sea tomada por vía oral o aplicada directamente a las encías), para el cáncer de mamas, la enfermedad de Huntington, la enfermedad de Parkinson, la distrofia muscular, para aumentar la tolerancia al ejercicio, para el síndrome de fatiga crónica (SFC) y para la enfermedad de Lyme. Algunas personas piensan que la coenzima Q-10 se puede usar para el tratamiento de la pérdida del cabello relacionada con el uso de warfarina (Coumadin), un medicamento que se usa para retardar la coagulación sanguínea.
La coenzima Q-10 ha sido probada para el tratamiento de trastornos hereditarios o adquiridos que limitan la producción de energía en las células del cuerpo (trastornos del mitocondria) y para mejorar el rendimiento del ejercicio. Algunas personas han también utilizado la coenzima Q-10 para reforzar el sistema inmunológico de las personas con VIH/SIDA, para la infertilidad masculina, para los dolores de cabeza de migraña, y para contrarrestar los dolores musculares causados a veces por las "estatinas" que son un grupo de medicamentos que se usan para bajar el colesterol.
Los niveles más altos de coenzima Q-10 se observan en los primeros 20 años de vida. A los 80 años, los niveles de coenzima Q-10 pueden ser menores que los que eran al nacer. Algunas personas pensaron que si en los últimos años de vida se restauran los niveles de coenzima Q-10 se podría prolongar la vida de las personas. La idea funciona bien con las bacterias pero no con las ratas de laboratorio. Se necesita investigar más para ver si esto funciona en las personas.
No sólo el tiempo agota la coenzima Q-10 almacenada en el cuerpo. El fumar también lo hace.
Actualmente en Europa y en la mayoría de los países está aprobado como complemento alimenticio. En EEUU se le considera fármaco indicado en el tratamiento de los transtornos cardiovasculares y es posible que en Europa se apruebe también en un futuro.
Se puede adquirir en las Farmacias.