El melón es una planta dulce que necesita mucho espacio, sol y calor. Esta fruta jugosa se siembra en primavera y se cosecha en verano.
El melón es una planta herbácea originaria del sur de Asia donde se pueden encontrar especies silvestres. Al parecer, el melón procede exactamente de Irán, desde donde se extendió hacia Egipto.
Actualmente se cultiva en cualquier parte del mundo que posea un clima cálido y poco lluvioso. Los principales productores mundiales son China, Irán y España.
Las flores del melón son amarillas, sus hojas tienen el aspecto de una mano y en verano ofrece una fruta de sabor dulce con un gran contenido de agua. El melón es la cuarta fruta más consumida en todo el mundo, después de las naranjas, los plátanos y las uvas. También, es diurético y tiene gran cantidad de vitamina C.
El melón se siembra en semilleros a mediados de primavera. La semilla germina al cabo de cinco o diez días. Se recomienda poner las semillas en agua unas horas antes de sembrarlas.
Del semillero se trasplanta a suelo húmedo y bien abonado para haga buenas raíces. Después no necesita mucha agua. De hecho, conviene no regar las hojas de la planta porque pueden pudrirse.
El melón es una planta grande por lo que necesita bastante espacio y mucho sol.
El melón se cosecha entre tres y cinco meses después de la siembra de las semillas.
Esta fruta está madura cuando aparece una grieta o cicatriz en el extremo donde se inserta el pedúnculo y la cascara adopta un color amarillento entre las fibras. Si aprietas los extremos comprobarás su esponjosidad y al hacerlo notarás una sensación de fruto macizo y no hueco. Los melones amarillos se oscurecen al madurar.
La planta del melón se lleva bien con la cebolla, el puerro, la col, la lechuga, el maíz, los girasoles, las acelgas y los cacahuetes. Por el contrario, hay que evitar asociarlo con otras plantas de su misma familia.
Los melones pueden sembrarse en macetas a condición de contar con suficiente espacio -al menos 25 cm- calor y abono. Al igual que todas las plantas en macetas, el melón necesita muchos más cuidados que cuando se siembra en tierra normal. Las semillas necesitan calor y humedad pero el melón no puede sembrarse en macetas que no drenen. Conviene comprobar que la maceta tiene buenos orificios para que el agua no se quede estancada dentro de la misma.
La tierra debe ser suave y suelta -parecida a la arena- pero rica en materia orgánica ya que el melón no tolera los suelos arcillosos o ácidos. Lo ideal es que el suelo tenga un pH mayor de 7.
Planta la semilla y cúbrela con una capa de 3 cm de compost y coloca sobre ella una campana hecha con una botella de plástico. Cuando crezca la planta, gira la botella y conviértela en un embudo para regar. La planta debe ser trasplantada en primavera o cuando la planta alcance entre 12 cm y 15 cm.
Hay dos tipos de poda: para cultivo con hilo de rafia y para cultivo rastrero.
En ambos cultivos, los tallos de tercer y cuarto orden producen mas flores femeninas, mientras que en el tallo principal solo nacen flores masculinas.
En cultivo rastrero, cuando las plantas tienen entre cuatro y cinco hojas verdaderas, hay que despuntar el tallo principal por encima de la segunda o tercera hoja.
De cada una de las axilas de las hojas restantes nacerán los tallos laterales que deben podarse cuando tienen cinco y seis hojas, por encima de la tercera.
De las axilas de las hojas restantes nacen nuevas ramas que son fructíferas. La poda es opcional y se debe hacer por encima de la segunda hoja más arriba del fruto, cuando haya comenzado a desarrollarse.
En general, no se pinzan los tallos terciarios pero podría ser muy recomendable para frenar su vigor y favorecer la formación del melón. Cuando hayan desarrollado cinco hojas, elimina cada extremo para estimular la producción de brotes nuevos.
Cuando estén bien desarrollados, se podan dejando los cuatro brotes más vigorosos. Después se deja un fruto por brote y dos o tres hojas detrás del fruto en desarrollo cuando éstos midan 3 cm de diámetro.
Por último, se podan los vástagos principales cuando midan un metro y también cualquier otro sublateral.
La variedad piel de sapo ofrece un fruto de forma ovalada, de tamaño medio grande, de corteza color verde oscuro con motas negras.
Su carne jugosa de color blanco es de excelente calidad. El peso medio del melón es de 2,300 kg con un 14,4 % de azúcar.
El cultivo del melón requiere temperaturas altas -temperatura mínima de 18º C para germinar, que se elevan a 25º C durante la estación de desarrollo- y humedad baja. Cuanto más alta es la temperatura del día y más baja la de la noche, los frutos resultan más dulces y perfumados.
Los sembraremos en semilleros en abril, germinando en un plazo de entre siete y diez días. O también podemos sembrarlos en mayo directamente cuando la temperatura del suelo sea, al menos, de 15º C. El trasplante del semillero al sitio definitivo se hará cuando la planta tenga alrededor de 15 cm de altura.
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