Las verrugas plantares u "ojos de pescado" son lesiones cutáneas frecuentes y benignas, relacionadas al virus del papiloma humano. ¿Cuáles son sus características? ¿Cómo tratarlas?
Las verrugas son unas lesiones benignas de la epidermis, que se manifiestan bajo la forma de excrecencias rugosas, alojadas en diferentes partes del cuerpo.
Las verrugas plantares están relacionadas a diferentes tipos de virus de la familia del virus del papiloma humano (VPH), por lo que son contagiosas. Afectan entre el 7 y el 10 % de la población y afectan más particularmente a los niños y los adolescentes.
La verruga plantar, que como su nombre lo indica, se forma en la planta del pie, es de dos tipos: la mirmecia, relacionada al tipo VPH 1, la más frecuente, y la verruga superficial (en "mosaico"), relacionada al tipo VPH2.
La verruga mirmecia es una verruga profunda y única, que comprende solamente algunas unidades. Este tipo de verruga plantar es sensible a la presión (dolorosa, particularmente al caminar). Se caracteriza por la presencia de un anillo llamado queratósico (espesamiento delimitado de la epidermis).
La verruga superficial corresponde a la formación de un conjunto de verrugas no dolorosas cuyo aspecto son de callosidades. Aparecen sobre la planta, a nivel de los dedos del pie.
El diagnóstico, que se basa en un examen simple y clínico, permite distinguir la verruga plantar de otras afecciones cutáneas de aspecto similar o parecidas, como las callosidades, los callos, las cicatrices fibrosas, o los granulomas por cuerpos extraños (presencia de un cuerpo extraño en la capa de la epidermis).
En la mayoría de los casos, las verrugas plantares se curan espontáneamente, en un intervalo que va de algunos meses a dos años. Pero su contagiosidad y los dolores que provocan algunas veces pueden justificar un tratamiento apropiado.
Las verrugas plantares pueden tratarse con una preparación queratolítica (a base de vaselina salicílica) en aplicación local, este tratamiento es particularmente contemplado para los casos de verrugas en mosaicos.
También puede obtenerse buenos resultados con la crioterapia: aplicación de nitrógeno líquido después de la extracción de la capa córnea mediante el bisturí. Nota: ciertos productos de modo de acción similar están disponibles en farmacias, pero es indispensable consultar con un médico antes usarlos.
Otra opción es el tratamiento con Láser CO2: esta técnica necesita una anestesia local y puede dejar una cicatriz a veces dolorosa.
Ciertos lugares de concurrencia masiva son propicios para la transmisión del virus, como caminar en las superficies húmedas de las piscinas o tomar duchas públicas o permanecer en playas y centros de actividades deportivas.
La transmisión necesita una puerta de entrada, que es la mayoría de las veces una lesión ligera y cutánea en el pie (ampolla o corte).
Para prevenir la transmisión del virus, es recomendado usar sandalias al caminar al borde de las piscinas y cubrir la verruga durante el tratamiento para limitar los riesgos de contagio.
En caso de duda, no dude en consultar con un médico; una verruga plantar puede ser confundida con otras lesiones cutáneas más o menos serias. La extirpación de una verruga debe ser objeto de una consulta médica.
Verruga.
Infecciones cutáneas por el virus del papiloma humano: verrugas.
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