Las hormonas de la glándula tiroides y paratiroides son esenciales para el buen funcionamiento del organismo. El organismo cuenta con cuatro tipos: las hormonas tiroideas triyodotironina (T3) , la tiroxina (T4), la hormona estimulante de la tiroides (TSH) y la paratohormona (PTH).
La glándula tiroides se encarga de producir, almacenar y liberar la hormona tiroxina (T4) y la hormona triyodotironina (T3). Estas hormonas regulan nuestro metabolismo.
La tiroides necesita yodo para poder fabricar las hormonas T4 y T3. Sin embargo nuestro cuerpo no es capaz de fabricarlo por lo que el yodo debe entrar en nuestro organismo a través de los alimentos que consumimos.
La hormona T4 total o tiroxina representa el 90 % de la producción de la glándula. La hormona T3 apenas representa el 10 %.
La hormona T4 es lo que denominamos forma "inactiva" de las hormonas tiroideas. Es una pre-hormona que necesita transformarse en T3 para ejercer sus funciones y poder entrar dentro de las células. La T4 se encuentra ligada a una proteína transportadora o bien en su forma libre (T4L). El valor total de la T4 es la suma de ambas.
Cuando aparece una bajada en el nivel o en el consumo de la T3 es la hormona T4 la que se pone en marcha. Dicho de otro modo, se convierte en T4 y T3 para que pueda ser utilizada por los diferentes órganos.
Los valores de T4 están elevados cuando se encuentran por encima de 11.5 ng/dL. Por el contrario, sus valores son bajos cuando son inferiores a 5.4 ng/dL. La T4 es normal entre 5.4 y 11.5 ng/dL.
La T3 total o triyodotironina es una de las dos hormonas que produce la tiroides. Al igual que la T4, esta hormona se puede encontrar en forma de T3 unida a una proteína transportadora o bien en forma libre (T3L). El valor de la T3 total es la suma de ambas.
Existe un exceso de T3 cuando está por encima de 2.0 ng/mL. Cuando su valor es inferior a 0.8 ng/mL está por debajo de los valores normales. Entre 0.8 y 2.0 ng/mL la determinación se considera normal.
El valor normal de la hormona T4L o tiroxina libre se sitúa entre 0.71 y 1.85 ng/dL. Este valor es la cantidad total de tiroxina que circula de forma libre por la sangre, es decir, sin estar ligada a proteínas transportadoras. La T4 libre esta alta cuando su valor es superior a 1.85 ng/dL y baja si su valor es inferior a 0.71 ng/dL.
La función de la llamada hormona TSH es estimular la glándula tiroides. La TSH se fabrica en la hipófisis. Su función es aumentar la fabricación de hormonas tiroideas T3 y T4. Si las hormonas tiroideas tienen un valor bajo en la sangre se estimula la producción de TSH. A la inversa, la producción de TSH disminuye cuando no es necesaria una mayor producción de T3 y T4 porque sus valores son altos. La TSH normal es de 0.30 a 3.0 uIU/mL. Se encuentra anormalmente alta cuando supera 3.0 uIU/mL y anormalmente baja si no llega a 0.30 uIU/mL.
Las hormonas T4 y T3 que fabrica la glándula tiroides participan en el desarrollo del ser humano e intervienen en todas las etapas de la vida.
Durante la infancia estimulan el desarrollo, el crecimiento y la maduración del sistema nervioso central, mientras que en la vida adulta se encargan de regular el metabolismo de todos los órganos y sistemas.
Estas hormonas controlan el nivel del calcio sanguíneo y el del colesterol, el ritmo cardíaco, la frecuencia cardíaca, la presión arterial, la temperatura de nuestro cuerpo y la sudoración.
Asimismo, juegan un papel importante en la producción de glucógeno y en la utilización de la glucosa, en la contracción de los músculos, en el movimiento de los intestinos y en la fertilidad de la mujer.
Otras funciones en las que tienen un papel determinante son el control de la temperatura del cuerpo, la memoria y el metabolismo, la digestión y la formación de vitamina A a partir de los carotenos que aportan los alimentos.
También participan en la formación y degradación de las grasas y en el peso corporal. En la etapa infantil estas hormonas son imprescindibles para un desarrollo correcto en cuanto al crecimiento y el desarrollo del sistema nervioso, tanto central como periférico.
Estas pequeñas glándulas se localizan en el cuello, por detrás de la tiroides y fabrican la llamada hormona paratiroidea o parathormona (PTH).
Suele haber cuatro glándulas paratiroideas, dos superiores y dos inferiores aunque en ciertos casos podemos encontrar cinco o más.
La hormona paratiroidea (PTH) participa en la regulación del metabolismo del calcio y del fósforo.
Si se produce un aumento de la secreción de paratohormona, aparecerá una hipercalcemia (o aumento del calcio en la sangre). Por el contrario si disminuye la PTH, se producirá una hipocalcemia (o bajo nivel de calcio en la sangre). Esta última situación puede conducir a un cuadro clínico denominado tetania.
La PTH interviene a nivel renal provocando la activación o hidroxilación de la vitamina D. Esta activación va a convertirla en 1,25 dihidroxicolecalciferol (o 1,25 dihidroxivitamina D o calcitriol). Esta vitamina va a controlar la absorción del calcio a nivel del intestino.
Respecto a los huesos, la PTH se encarga de activar la función de los osteoclastos y de aumentar la resorción (pérdida) del hueso para aumentar los niveles de calcio en la sangre.
En cuanto al riñón, la PTH actúa estimulando la reabsorción renal de calcio, en intercambio con el fósforo, que es eliminado.
Foto: © Jarun Ontakrai - Shutterstock.com