Asma y altitud

A medida que aumenta la altitud, disminuye la temperatura y el aire es más frío y seco. La media montaña, entre los 1.500 y los 2.500 metros, es el paisaje ideal para el asmático.

Asma y alta montaña

Las estancias en la montaña, así como los deportes de montaña, son recomendables para el asmático por debajo de los 3.000 metros. Muchos deportistas de competición son asmáticos o padecen la llamada "hiperactividad bronquial".

Mejor control del asma bronquial

El control del asma ha experimentado una gran mejoría en los últimos años gracias a los avances en su diagnóstico, manejo y tratamiento. Muchos asmáticos pueden practicar actualmente ejercicio físico y deportes que antes eran inalcanzables, como los deportes de montaña o el submarinismo.

Se recomienda a estos pacientes que conozcan bien su enfermedad, las reacciones de su organismo y los factores que les desencadenan las crisis. Antes de un viaje o de practicar un deporte de riesgo se recomienda visitar al neumólogo para establecer un adecuado Plan de Autocrontol y Tratamiento.

Factores como el clima o la altitud influyen en la sintomatología del asmático. Sin embargo, los asmáticos, hoy en día, pueden realizar muchas actividades deportivas en la montaña: alpinismo, senderismo, barranquismo, bicicleta o trekkings.

Asma y esfuerzo físico

Cuando hacemos un esfuerzo físico aumenta la ventilación por minuto. En estas situaciones, respiramos a menudo por la boca, esto permite a los contaminantes del aire y los alérgenos entrar en el aparato respiratorio con más facilidad.

La inhalación de aire frío y seco, la presencia de contaminantes o alérgenos y la mayor prevalencia de infección por virus respiratorios debido al ambiente frío y seco pueden desencadenar una crisis de asma. Estas crisis suelen ser breves y pueden prevenirse administrando antiinflamatorios y broncodilatadores por vía inhalada.

Para practicar ejercicio deben elegirse espacios libres de contaminación y polen, hay que buscar los ambientes cálidos y húmedos. Antes hay que realizar un precalentamiento intenso. Si el ambiente es frío, no hay que parar bruscamente sino desacelerar el ritmo poco a poco.

Ejercicio físico en la montaña

La temperatura disminuye 1º C cada 50 metros, por lo que el aire es progresivamente más frío y más seco. Además, si existe una rinitis (inflamación del revestimiento mucoso de la nariz) y una obstrucción de nariz asociada, no se va a poder realizar una correcta humidificación, filtrado y calentamiento del aire que se aspira.

Todos estos factores van a incrementar la hiperreactividad bronquial y favorecer las crisis de asma. Si el paciente asmático no está totalmente controlado, no debe exponerse a altitudes por encima de los 3.000 metros.

Por encima de los 3.000 metros de altitud es fácil confundir una crisis de asma con el mal agudo de montaña o mal de altura, ya que entre sus síntomas, además del dolor de cabeza, se encuentra la tos y el ahogo.

Clima ideal para asmáticos

Las estancias entre 1.500 y 2.500 metros tienen efectos beneficiosos para el asmático, ya que a estas alturas no hay ácaros, ni contaminantes ni hongos y el período de polinización es muy corto.

Por eso la actividad deportiva en la montaña, además de ser segura para los asmáticos, es recomendable cuando el asma está bien controlado. Siempre se debe consultar con el neumólogo antes de salir de viaje.

El paciente asmático que va a realizar una ascensión, debe llevar consigo la medicación antiasmática sin falta. Se debe proteger bien la nariz y la boca de las bajas temperaturas y tratar el mal de montaña de forma inmediata al primer síntoma.

Asma y clima seco

En los viajes al desierto, la sequedad del ambiente va a resecar las mucosas y esto puede repercutir en la hidratación general y facilitar la aparición de crisis.

Además, aunque no lo parezca, en el desierto existen esporas y polen de la flora autóctona. También los vientos y las tormentas de arena pueden desencadenar crisis.

Asma y humedad ambiental

En las zonas cálidas pero húmedas, como los trópicos, los problemas respiratorios del asmático son los mismos que para las personas sanas.

Los problemas respiratorios son causados por el calor y el exceso de sudoración. Debido a que la humedad favorece la presencia de ácaros y mohos en sitios mal ventilados o con agua encharcada, el paciente asmático debe tener un cuidado especial.

Alimentos para asmáticos en la montaña

Hay que aumentar la ingesta calórica a 350 kcal por cada hora de ejercicio sobre la ingesta habitual (1.600 - 2.000 kcal). También es necesario tomar entre 4 y 5 litros de agua o líquidos isotónicos al día; es mejor beber muchas veces y poca cantidad. El café, el té y el chocolate líquido tienen efecto diurético, por lo que no deben incluirse en la cantidad de líquidos ingeridos.

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