Un antipirético es un fármaco utilizado en el tratamiento de la fiebre. Muchas moléculas tienen efectos antipiréticos como el paracetamol, los antiinflamatorios no esteroideos que también tienen propiedades analgésicas. El paracetamol, el más utilizado, tiene la ventaja de ser rápidamente activo (en unos treinta minutos) y tiene pocos efectos secundarios. En dosis altas, sin embargo, es tóxico para el hígado. Algunas plantas medicinales también pueden tratar la fiebre: son febrífugas. Las plantas conocidas por su acción sobre la fiebre son el ajenjo, el eucalipto, la corteza de abedul o la achicoria.