El pericardio es una membrana muy delgada, que forma una especie de bolsa que rodea el corazón. El pericardio está formado por dos capas que pueden desplazarse la una sobre la otra: la capa visceral está directamente en contacto con el corazón y la capa parietal tapiza la cavidad torácica. El pericardio tiene un papel protector frente a las amenazas del corazón ya sean golpes, virus o bacterias. En algunos casos, sin embargo, puede producirse una infección que se denomina pericarditis aguda. En algunos casos es grave ya que puede producir un taponamiento cardíaco cuando la cavidad que se encuentra entre las dos hojas está llena de líquido; ésta puede impedir la contracción normal del músculo del corazón. Además, también es posible encontrar una pericarditis constrictiva crónica que provoca a menudo una disminución de las funciones normales del músculo cardíaco.