La hembra es responsable de picaduras que provocan reacciones más o menos acentuadas según las personas. Los mosquitos (por ejemplo: Aedes albopictus, Culex) pueden transmitir numerosas enfermedades a los humanos como por ejemplo la fiebre del Nilo Occidental o la fiebre de chikungunya.
Generalmente pacífica, pero puede tener comportamientos agresivos si se la molesta o en caso de migración de un enjambre. En zonas donde haya abejas, evitar llevar trajes demasiado coloreados o utilizar perfumes demasiado agresivos. Cuando la abeja pica, esta muere porque su aguijón que va conectado a una vesícula por el cual inyecta su veneno se desprende de su abdomen para fijarse en la piel de su víctima.
Las especies más comunes son la Polistes y la Vespula. Otras especies de avispa son la avispa albañil o la avispa excavadora. Las precauciones que hay que tomar son las mismas que para las abejas. A diferencia de la abeja, el aguijón de las avispas es liso y se libera de la piel después de la picadura.
Avispa de gran tamaño, entre 3 a 4 cm, construye nidos en chimeneas, troncos de árboles muertos y bordes de los tejados. Su picadura es muy dolorosa. Posee un aguijón liso.
Muy activos cada verano los encontramos sobre todo en las regiones de ganadería o en las zonas arboladas. Como el mosquito, la hembra es la responsable de las picaduras. Éstas son pocas o nada dolorosas. Así como las picaduras de mosquitos, la saliva de los tábanos que contiene anticoagulante es la responsable de reacciones alérgicas en las personas.
Existe actualmente un kit de autoinyección de adrenalina que puede ser conservada a temperatura ambiente de hasta 25°C.
El veneno del himenóptero al ser termolábil al calor (destruido por el calor), se recomienda la aplicación inmediata de una fuente de calor en la picadura ya que permite teóricamente neutralizar la mayor parte de éste.
Se pueden realizar dos técnicas: acercar la punta incandescente de un cigarrillo a 1 o 2 mm de la piel, o enfocar bien los rayos del sol sobre la piel con la ayuda de una lupa hasta el límite extremo de la sensación de quemadura.