Muchas personas son grandes consumidores de benzodiazepinas. El consumo de estos medicamentos por un período prolongado puede provocar ciertos riesgos y efectos secundarios que es conveniente conocer.
Los especialistas de la salud recomiendan no consumir benzodiazepinas durante más de 4 semanas. Desafortunadamente, alrededor del 50 % de las personas tratadas con benzodiazepinas la consumen durante más de 2 años.
Hay que interrumpir este tratamiento cuando la duración recomendable es sobrepasada. Pero la interrupción de un tratamiento con benzodiazepinas, incluso cuando este medicamento es tomado en dosis y periodos normales puede provocar un síndrome de abstinencia
El retiro de las benzodiazepinas debe efectuarse de manera progresiva con el fin de disminuir los riesgos de ver aparecer los síntomas de un síndrome de abstinencia.
Se recomienda no interrumpir un tratamiento con benzodiazepinas de golpe o muy rápido debido al riesgo de que puedan aparecer los síntomas de un síndrome de abstinencia.
La elección de una benzodiazepina de larga duración de acción permite prolongar su nivel en la sangre durante algunos días.
La sustitución de un benzodiazepina de corta duración por una benzodiazepina de larga duración de acción puede ser contemplada debido a un riesgo de un síndrome de abstinencia menos severo y más tardío.
El objetivo es interrumpir el tratamiento, pero a veces una disminución de la posología es una primera etapa importante.
La interrupción se efectúa, en general, en un período que varía entre 8 a 16 semanas y a veces más cuando el medicamento es tomado desde hace más de 3 meses y cuando la posología diaria es superior a la dosis habitualmente prescrita.
Prever una disminución progresiva del consumo de las benzodiazepinas en varias semanas. Por ejemplo disminuir un 10 % cada 3 días lo que corresponde a una disminución del 25 % cada semana con el fin de llegar a una disminución de 1/4 de tableta cada semana. Es necesario adaptar la disminución de las dosis en función a la reaparición de los síntomas relacionados a la prescripción del medicamento por ejemplo como el insomnio.
Es necesario volver a tomar el medicamento cuando un síndrome de abstinencia aparece.
Es necesario tener prudencia durante la presencia de una depresión, trastornos psiquiátricos, síntomas de ansiedad importante, incluso fobias, consumo de alcohol pero también en caso de antecedentes de fracasos de interrupción de estos medicamentos.
Es necesario y aconsejado consultar a un psiquiatra o un neurólogo especialmente cuando el paciente consume dosis elevadas de benzodiazepinas y desde hace varios meses o incluso durante varios años, en caso de la presencia de una patología psiquiátrica, de una dependencia alcohólica u otros estupefacientes o en el caso de consumo de medicamentos psicotrópicos.
Un control regular es aconsejado. Varias consultas pueden ser necesarias hasta 6 meses después de interrumpir el tratamiento.
Un apoyo psicológico es a menudo contemplado así como una terapia cognitivo-conductual.
La práctica de una actividad deportiva, de yoga o de masajes puede ser una ayuda no despreciable.