Los cristales de Charcot-Leyden o cristales asmáticos de Leyden son cristales transparentes. Estos cristales se considera que son el resultado de la destrucción de los glóbulos blancos de la sangre, que luchan contra los alergenos y los parásitos, llamados eosinófilos. Fueron descubiertos a la vez en las secreciones de las personas asmáticas (reacciones alérgicas) pero también en ciertas infecciones provocadas por parásitos. También están presentes en los individuos con leucemia a nivel de la médula ósea, pero también en el bazo.