Los glóbulos blancos o leucocitos son un conjunto heterogéneo de células sanguíneas que se encargan de coordinar las defensas inmunitarias del organismo contra patógenos externos (bacterias y virus). Ciertos glóbulos blancos también están involucrados en las reacciones alérgicas. La cantidad de glóbulos blancos en la sangre varía entre 4.000 y 10.000/mm³. En los niños, la cantidad de glóbulos blancos varía entre 4.000 y 15.000/mm³.
Los glóbulos polinucleares neutrófilos, un tipo de glóbulos blancos, representan alrededor del 60 % y 70 % del total de glóbulos blancos de la sangre. Las cantidades normales oscilan entre 1.600 y 7.000/mm³.
Los glóbulos polinucleares eosinófilos, otro tipo de glóbulo blanco, representan entre el 2 % y el 3 % del total de glóbulos blancos. Estos leucocitos intervienen en las reacciones alérgicas y permiten combatir la infección. La cantidad normal de polinucleares eosinófilos debe ser inferior a 400/mm³.
Los glóbulos polinucleares basófilos representan menos del 1 % de los glóbulos blancos. Por tanto, la cantidad debe ser inferior a 100/mm³.
La basofilia, un aumento de la cantidad de glóbulos polinucleares basófilos, se observa en algunos casos de leucemia, cirrosis y enfermedades que afectan a la glándula tiroides.
Los linfocitos representan entre el 20 % y 40 % del total de glóbulos blancos, aproximadamente entre 1.500 y 4.000/mm³. La linfocitosis es el aumento del número de linfocitos por encima de los valores normales. Es decir, cuando la proporción de linfocitos es superior al 40 % del total de los glóbulos blancos.
Por el contrario, se produce linfopenia cuando el número de linfocitos es inferior al 20 % del total de los glóbulos blancos.
Los monocitos representan entre el 2 % y el 6 % del total de los glóbulos blancos, aproximadamente entre 200 y 700/mm³. La monocitosis es el aumento de los monocitos por encima de los valores normales.
Los resultados de un hemograma no son suficientes para diagnosticar una enfermedad. El médico que prescribió el análisis de sangre es el único que puede confirmar un diagnóstico después de confrontar los resultados del hemograma con el examen clínico, el interrogatorio al paciente y los resultados de otros análisis. Además, los resultados de los hemogramas pueden variar de acuerdo a la técnica utilizada por el laboratorio. Por otra parte, los valores normales pueden variar en función de la edad y del sexo.
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