Apendicitis
La apendicitis es una dolencia que afecta con frecuencia a los adolescentes y provoca fuertes dolores abdominales. Requiere operación quirúrgica y no puede prevenirse. Si no se trata a tiempo puede desencadenar una peritonitis.
- Qué es la apendicitis
- Qué es la apendicitis aguda
- Qué causa la apendicitis
- Qué síntomas produce la apendicitis
- Complicaciones de la apendicitis
- Qué es la peritonitis
- Síntomas de la peritonitis
- Qué hacer en caso de sufrir una apendicitis
- Cómo se diagnostica la apendicitis
- Apendicitis en niños
- Cómo tratar la apendicitis
- Cómo prevenir la apendicitis
Qué es la apendicitis
La apendicitis es la inflamación del apéndice, una estructura sin función determinada que se encuentra en la primera parte del colon, en la zona inferior derecha del abdomen. En raras ocasiones aparece antes de los cinco años y casi nunca afecta a los bebés. Un caso de apendicitis puede resultar difícil de diagnosticar.
Qué es la apendicitis aguda
La apendicitis, también denominada apendicitis aguda, hace referencia a la inflamación del apéndice. Es la causa mas frecuente del denominado abdomen agudo y su tratamiento siempre es una urgencia quirúrgica. Cuando no se trata a tiempo puede causar una perforación de la pared del apéndice y, como consecuencia, una inflamación aguda del peritoneo o peritonitis.
Qué causa la apendicitis
La causa más frecuente de una apendicitis es la obstrucción del conducto interno del apéndice vermicular debido a diferentes causas.
La causa más frecuente de obstrucción es el aumento del tamaño de los folículos linfoides del interior de este conducto debido a una infección. Aunque también puede ser el resultado de una obstrucción causada por un excremento denominado fecalito, o un cuerpo extraño que se haya ingerido.
Las infecciones causadas por parásitos de la familia de las Yersinias y los tumores en el apéndice o el colon causan apendicitis.
Qué síntomas produce la apendicitis
La inflamación del apéndice produce un dolor fuerte y violento en la zona inferior derecha del abdomen donde se encuentra el apéndice. El dolor se irradia hacia la pierna y se intensifica cuando el enfermo camina o tose.
El dolor se acompaña de náuseas, vómitos, dolor de cabeza, estreñimiento y fiebre moderada (en torno a 38 ºC).
En ocasiones, el dolor no se localiza en la zona inferior derecha del abdomen sino que es más difuso o aparece en la izquierda a causa de una localización atípica del apéndice. La apendicitis puede no producir otros síntomas como las náuseas y los vómitos, por ejemplo.
Complicaciones de la apendicitis
Una apendicitis no diagnosticada puede desencadenar una peritonitis.
Qué es la peritonitis
La peritonitis es una infección abdominal aguda que provoca dolores violentos y abdomen duro al tacto. Los casos de peritonitis son graves y si el paciente no es operado inmediatamente puede morir.
Síntomas de la peritonitis
La peritonitis es una infección abdominal aguda que provoca fuertes dolores abdominales, vómitos y falta de evacuación de gases y heces.
La peritonitis infecciosa generalizada produce dolor en un punto preciso del abdomen y se difumina en un segundo tiempo.
Requiere hospitalización inmediata en el servicio de reanimación.
Qué hacer en caso de sufrir una apendicitis
Ante cualquier sospecha de apendicitis se recomienda no ingerir ningún alimento y acudir urgentemente al hospital.
Cómo se diagnostica la apendicitis
El dolor localizado en la parte inferior derecha del abdomen es el síntoma más habitual de la apendicitis. Sin embargo, el dolor no siempre proviene de esta zona ya que en ocasiones se sitúa alrededor del ombligo, donde también se puede ubicar el apéndice. El tacto rectal ─un examen practicado por el médico─ puede ayudar a localizar el dolor.
Otros síntomas como la fiebre, las náuseas, el estreñimiento y los vómitos, por ejemplo, no siempre están presentes y pueden acompañar a otras patologías.
La fiebre, cuando aparece, se sitúa entre los 38 °C y 38,5 ºC y pocas veces supera esta temperatura.
Exámenes complementarios como el hemograma y la radiografía del abdomen también permiten diagnosticar la apendicitis.
Un aumento del número de glóbulos blancos en un hemograma determina la existencia de una infección y orienta el diagnóstico hacia la apendicitis. Pero este aumento no se presenta únicamente en el caso de una apendicitis, también puede acompañar a otras patologías.
Además, se puede padecer apendicitis y tener un hemograma normal.
Una disminución de los glóbulos blancos puede, igualmente, ser un signo de apendicitis. Un aumento del CRP podría indicar inflamación.
La radiografía del abdomen es el examen complementario más útil ya que permite descartar otras patologías o confirmar el diagnóstico de una apendicitis.
La ecografía (ultrasonido) puede revelar la inflamación del apéndice y también permite diferenciar la apendicitis de una anomalía ginecológica o urinaria.
Apendicitis en niños
La apendicitis no aparece casi nunca antes de los dos años de vida pero es mucho más frecuente en la adolescencia. El niño empieza a sentir dolor abdominal intenso localizado en la zona del ombligo o en la zona inferior derecha del abdomen, así como fiebre o irritabilidad sin una causa aparente.
Se recomienda llevar al niño al pediatra para que lo explore y ordene el ingreso hospitalario para observar su evolución, si es necesario. Después de confirmar la dolencia, el pediatra autoriza la intervención quirúrgica. La hospitalización por apendicitis suele durar unos días y el niño puede recuperar su actividad normal quince días después.
Cómo tratar la apendicitis
El tratamiento de la apendicitis se basa en una operación quirúrgica denominada apendicetomía. El mayor riesgo es que la apendicitis pase desapercibida y no sea operada. En este caso, la complicación más importante es la aparición de una peritonitis.
Cómo prevenir la apendicitis
La apendicitis no puede prevenirse pero se recomienda evitar tragar pepitas de uvas y de melón para evitar la obstrucción del conducto interno del apéndice por un cuerpo extraño.
Como medida de prevención radical podríamos plantear la extirpación del apéndice aunque no se haya producido su inflamación. Esta intervención se puede plantear en el curso de otras operaciones quirúrgicas del abdomen por cualquier otra causa.
Foto: © 9nong - Shutterstock.com