Los niños se encuentran también inmiscuidos en la plaga de la obesidad y a veces de forma muy precoz, lo que conlleva importantes consecuencias en su futura vida adulta.
¿Por qué ?¿ Quién tiene la culpa?¿ Cómo contener esta epidemia?
Los investigadores y pediatras se plantean muchas preguntas
Las respuestas son múltiples y la solución compleja.
¿De quién es la responsabilidad?
Genética, alimentación de la madre durante el embarazo, ausencia de lactancia materna, rebote ponderal precoz, composición de las leches infantiles, televisión, picoteo, falta de actividad física...
La lista de los supuestos culpables es larga, y el número de interacciones posibles entre estos distintos items, también.
Para intentar ver más claramente y estudiar el impacto posible de las modificaciones de la nutrición infantil sobre la salud de los adultos, se creó en 2005 un Programa de Investigación en el que se participan dieciséis países europeos, con una duración de cinco años,.
Para él: "Estas cuestiones deben aclarse prioritariamente a causa del potencial preventivo particularmente importante del máximo aprovechamiento de la nutrición en los primeros meses de vida en relación con la salud a largo plazo y el bienestar."
Estos elementos que se refieren al período postnatal se asocian a los del período prenatal para establecer una "programación metabólica precoz de la salud a la edad adulta", tendencia emergente en vista de los últimos estudios clínicos y epidemiológicos.
Concerniente a estas orientaciones, los investigadores franceses no están a la cola.
Los trabajos de Gérard Ailhaud, del Instituto de señalización, biología del desarrollo y cáncer en Niza, ponen de manifiesto, por ejemplo, que los cambios obvios en las contribuciones alimentarias en ácidos grasos polisaturados de las series omega-6 y omega-3 aparecieron en el hombre durante los cuatro últimos decenios.
El balance es de una relación de omega-6/omega-3 quadruplicada, tanto en la leche materna como en la mayoría de los alimentos consumidos por el niño y el adulto, con las consecuencias metabólicas que comienzan a aparecer en recientes estudios: mayor predominio de enfermedades inflamatorias y autoinmunes y de algunos cánceres /contents/nutrition/#7 7.
Se acusa a los lípidos pero en materia de obesidad infantil, las proteínas también tendrían su parte de responsabilidad.
Es una de las tesis defendidas por Berthold Koletzko, y también por el equipo de María-Françoise Cachera del UMR/Inserm/Inra/Cnam/Université París 13 en París.
Esta teoría se basa en el hecho de que un crecimiento rápido al principio de la vida y un aumento de la adiposidad precoz, se asocian a un elevado riesgo de obesidad.
Así la mayoría de los obesos ha tenido un aumento de la adiposidad hacia la edad de tres años. Este aumento de la adiposidad se presenta a la edad de 6 años en una población de referencia. /contents/nutrition/#9 9.
Así mismo también se tiene en cuenta el efecto protector de la lactancia materna que se podría explicar, entre otras cosas, por su composición en macronutrientes, caracterizado por una escasa proporción de proteínas y una elevada tasa de lípidos, composición que responde a las necesidades alimentarias del niño.
Aunque algunas hayan mostrado a una asociación positiva, todas no convergen en este sentido y más investigaciones en esta vía son aún necesarias.
La evolución de la distribución de los nutrientes con la edad pone de manifiesto que al principio de la vida las aportaciones en lípidos sólo son del 28%, luego aumentan hasta un 38% en la edad adulta, por lo que son superiores al 35% de las contribuciones recomendadas [ 10].
Las causas parecen ser tan diversas que es bien complejo erradicar el problema de la obesidad infantil. A menudo esta obesidad infantil evolucionará hacia una obesidad en la etapa adulta con sus consecuencias fisiopatológicas ya conocidas.
La solución: actuar en cada etapa.
En primer lugar reequilibrando la relación omega-6/omega-3 en la cadena alimentaria. Ello implicará actuar desde la misma agricultura que condicionará la calidad de la alimentación administrada a los animales, y en consecuencia a los hombres.
En segundo lugar reequilibrando las contribuciones en macronutrientes, respetando las recomendaciones alimentarias en las distintas etapas de la vida, con el fin de conseguir que los niños tengan un crecimiento normal y llegar a la etapa adulta con buena salud.
Esta etapa supone la participación de los fabricantes de alimentos de complemento, que deben animarse a modificar sus fórmulas, así como de las madres europeas que deben incrementar la lactancia materna.
Todas estas acciones deberían ser completadas con consejos relativos al estilo de vida, como limitar las actividades sedentarias de tipo videojuegos, televisión,... para animar a practicar actividades físicas, no sólo para los niños, sino también para los adultos.
Sources: Estudio Nutrición Infos.
Durante el congreso nacional de la Sociedad francesa de pediatría que se desarrolló en junio de 2007 en Ruán, el Profesor Patrick Tounian del hospital Armando-Manojo en París hizo hincapié en la importancia de actuar en el niño a partir de las primeras señales de exceso de peso, e incluso, de riesgo de sobrepeso.
En efecto, explica: "Más de la mitad de los niños obesos a 6 años, seguirán siendo obesos en la edad adulta, así como del 70 al 80% de los de más de 10 años, de modo que cuanto más la obesidad se prolonga en la infancia, más amenaza de persistir."
Pero para Patrick Tounian la prevención no se debe practicar con todos los niños ya que se corre el riesgo de provocar desórdenes alimentarios . "Es necesario, al contrario, orientar la prevención sobre los niños de riesgo, lo que implica una detección precoz por parte del médico que deberá entonces iniciar un control exaustivo del niño. "
Fuente Nutrición infos
Un equipo del servicio de pediatría del CHU de Toulouse publicó en junio pasado los resultados de un estudio sobre los factores asociados al exceso de peso en los niños en edad preescolar en el Sur del Francia.
La prevalencia del exceso de peso en los 1.780 niños de cerca de cuatro años que participaron en esta investigación era del 9,1%.
La presencia de exceso de peso o diabetes en la familia, un exceso ponderal durante los dos primeros años de vida, y el tiempo pasado ante la televisión superior a una hora al día se asociaban positivamente con el exceso de peso.
La definición de estos factores podría permitir un mejor diagnóstico de los niños de riesgo con el fin de actuar con carácter preventivo.
Fuente: Jouret B, Ahluwalia N, Cristini C, Dupuy M, Nègre-Pages L, Grandjean H, Tauber M. Factors associated with overweight in preschool-age children in southwestern
Fuente Nutrition infos
Referencias :
[1] Rolland-Cachera MF, CastetbonK, Arnault N, Bellisle F, Romano
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[2] Arenz S, Rückerl R, Koletzko B, von Kries R. Breast-feeding and hildhood obesity--a systematic review. Int J Obes Relat Metab Disord. 2004 Oct; 28(10):1247-56.
[3] Andre Michael Toschke; VeitGrote; Berthold Koletzko; Rüdigervon Kries. Identifying Children at High Risk for Overweight at School Entry by Weight Gain During the First 2 Years. Arch Pediatr
Adolesc Med. 2004; 158:449-452.
[4] Baird J, Fisher D, Lucas P, Kleijnen J, Roberts H, Law C. Being big or growing fast: systematic review of
size and growth in infancy and later obesity. BMJ. 2005 Oct 22; 331(7522):929. Epub 2005 Oct 14.
[5] Monteiro PO, Victora CG. Rapid growth in infancy and childhood and obesity in later
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[6] Ong KK, Loos RJ. Rapid infancy weight gain and subsequent obesity: systematic reviews and hopeful suggestions. Acta Paediatr. 2006 Aug; 95(8):904-8
[7] Ailhaud G, Massiéra F, Weill P et al. Temporal changes in dietary fats : role of n-6 polyunsaturated fatty acids in excessive adipose tissue development and relationship to obesity. Prog
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[8] Rolland-Cachera MF, Deheeger M, Maillot M, Bellisle F. Early adiposity rebound: causes and consequences for obesity in children and adults. Int J Obes [Lon] 2006; 30S4:S11-S17.