El linfoma cutáneo es un cáncer que se desarrolla con la formación de tumores a nivel de la piel. Se trata de la proliferación de células linfocitarias cuyo punto de partida es la piel.
Puede, como los linfomas, derivar de los linfocitos B o de los linfocitos T; la presentación clínica es variable.
En general, inicialmente puede manifestarse en forma de placas de color rojo, enrojecimiento difuso de la piel o con nódulos de evolución crónica.
En caso de duda, una biopsia de la zona debe llevarse a cabo para realizar un análisis de las células. Se distinguen numerosas sub-categorías, la más común es la micosis fungoide, de evolución general favorable.