El calambre del nadador es una contractura muscular dolorosa frecuente que afecta principalmente a los miembros inferiores.
Generalmente benigna, puede sin embargo representar un riesgo para un nadador alejado de la orilla.
A continuación trucos para prevenir calambres en el agua y un enfoque sobre el tratamiento.
¿Qué es el calambre del nadador?
El calambre del nadador se debe a una contracción dolorosa y temporal, que aparece en el agua durante un esfuerzo intenso o prolongado, sin un signo de advertencia.
Afecta principalmente a los nadadores aficionados, los nadadores de competición, los buzos y los surfistas.
Localización del calambre
El calambre del nadador afecta prioritariamente a los miembros inferiores (pies, pantorrillas, y muslos) y más raramente a los miembros superiores (brazos).
Factores favorecedores
- Falta de entrenamiento.
- Edad.
- Cansancio muscular consecutivo a un esfuerzo prolongado.
- Frío.
- Deshidratación.
- Equipo inadaptado (por ejemplo: en la práctica de la sumersión).
¿Qué hacer en caso de calambre en el agua?
- No entrar en pánico y no hacer un esfuerzo en el músculo afectado por el calambre.
- Aflojar el músculo nervioso.
- Compensar con los músculos no afectados para continuar nadando.
- Si se está alejado de la orilla practicando surf, echarse en la tabla y remar con las manos.
- Estirar en el agua los músculos afectados.
Prevención y tratamiento del calambre del nadador
Prevención antes y durante el esfuerzo
- Hidratarse regularmente.
- Comer alimentos ricos en potasio (por ejemplo: plátano).
- Usar un traje térmico (por ejemplo: durante la práctica de surf o la sumersión).
- Evitar un esfuerzo intenso si no se tiene una preparación física o no se tiene el entrenamiento adecuado.
- Nadar progresivamente.
- Observar los tiempos de recuperación después de un esfuerzo físico.
- Hacer estiramientos musculares (por ejemplo: entre varios esfuerzos físicos).
Tratamiento preventivo
En caso de calambres reincidentes, una revisión médica será necesaria para detectar causas metabólicas o vasculares.
Según el caso, el tratamiento preventivo puede basarse en:
- La toma de vitaminas: C, B1, B2, B6, PP, pantenol.
- La prescripción de diferentes medicamentos, como vasodilatadores, antiespasmódicos o descontracturantes.
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