La natación es un ejercicio recomendado para todo el mundo sin importar la edad o la condición física. Su aprendizaje es sencillo y el riesgo que tiene de provocar lesiones es bajo.
Cuando nadamos nuestro cuerpo ejerce una lucha contra el agua y esto conlleva un consumo importante de calorías. Cuando nadamos durante 30 minutos, aunque sea sin hacer un gran esfuerzo, podemos quemar hasta 300 kilocalorías.
La natación no afecta a las articulaciones como sí lo hacen otros ejercicios, ya que al flotar el peso del cuerpo no recae sobre ellas y el impacto es menor que con cualquier otro deporte. Es la actividad de resistencia por excelencia porque te obliga a mover continuamente mientras estás en el agua. Es un ejercicio aeróbico constante que beneficia los sistemas cardiovasculares y respiratorios.
La natación es un deporte muy completo. Además de favorecer la movilidad de los músculos, ayuda a despejar la mente, controlar el estrés y mejorar la memoria. Nadar es un buen ejercicio para fortalecer tanto los huesos como las articulaciones y previene ciertas enfermedades, como la osteoporosis. También mejora la vida sexual, favorece la producción de dopamina (un neurotransmisor que regula el estado de ánimo) y disminuye la ansiedad, ya que favorece la relajación física y mental.
Uno de los mayores beneficios de la natación es el fortalecimiento del aparato respiratorio, ya que ayuda a conseguir una frecuencia respiratoria óptima y aumenta la cantidad de glóbulos rojos en la sangre. Esto mejora la oxigenación a través de una respiración más eficiente.
La natación es un deporte muy completo que pone a trabajar a todos los músculos. Ejercita de manera armoniosa el aparato respiratorio y permite a las articulaciones descansar del peso corporal. La natación es una actividad deportiva que tranquiliza y relaja. También previene los malestares del envejecimiento y mejora la calidad de vida. Como en las mujeres, la natación en los hombres interviene en la prevención de las enfermedades cardiovasculares, ayuda a mantener una presión arterial más estable y estimula la circulación de la sangre.
Entre las principales desventajas de la natación, está la tendinitis (cuando se practica de forma exagerada), infecciones (es importante bañarse y secarse al salir de la alberca), el ahogamiento (es mejor practicar este deporte en un lugar vigilado) y el corte de digestión (hay que esperar un tiempo antes de entrar al agua para hacer la digestión).
Es muy importante ducharse y secarse bien después de la piscina, sino corres el riesgo de micosis. Utiliza zapatos especiales para las duchas de los vestidores, esto evita el contagio de verrugas plantares. De igual forma, el gorro de baño es indispensable para proteger tu cabello, además permite realizar los ejercicios dentro de la alberca con libertad.
Existen pocas contraindicaciones en la natación. En ciertas patologías que necesitan un tiempo de curación, como una infección pulmonar (bronquitis, crisis asmática) u otorrinolaringológica (anginas, faringitis, sinusitis, otitis), puede estar contraindicada la natación de forma temporal. También los brotes de eczema y ciertas enfermedades cutáneas pueden representar una contraindicación relativa. Las pérdidas de conciencia (epilepsia) necesitan una supervisión médica. En cuanto a las lumbalgias, el estilo crol está prohibido, es mejor el estilo de espalda.
Si la natación se practica en exceso, puede afectar las articulaciones (hombros), puede producir tendinitis (rodillas) o afecciones de oído (otitis). La natación presenta puntos débiles, pero solo cuando se practica de manera intensa.
Al ser una actividad en la que se ejercitan los músculos, la coordinación motora, el sistema circulatorio y el respiratorio, la natación se recomienda mucho a los niños. Además favorece su independencia y autoestima. Mejora la coordinación, el equilibrio, el conocimiento del espacio; favorece la relajación y mejora el apetito.
En cuanto a los bebés, los beneficios también son muchos. La natación mejora las capacidades cardiorrespiratorias, favorece la alineación de su postura, beneficia la coordinación muscular y desarrolla sus capacidades sensoriales y psicomotrices, como gatear o caminar.
Nadar fortalece los músculos, lo que te ayuda no solo a adelgazar sino también a fortalecer tu organismo. Al nadar se ejercitan los diferentes músculos que componen el cuerpo humano: brazos, piernas, glúteos, abdomen y espalda. El cuerpo se estiliza porque, además de perder grasa, se adquiere masa muscular, se pierde peso y mejora la postura corporal.
Se aconseja nadar de 1 a 2 sesiones por semana de 30 a 45 minutos, así como probar los diferentes tipos de natación como braza (pecho), crol (estilo libre), mariposa y espalda (dorso) para evitar lesiones musculares. Con esto se pueden evitar las lesiones musculares.
Con frecuencia se recomienda practicar natación a las personas que sufren de lesiones musculares y dolores de espalda o de rodilla, ya que nadar mejora la flexibilidad de los músculos y las articulaciones. Los ligamentos se vuelven más resistentes, aumenta la resistencia y mejora la capacidad de movimiento. Al ser un deporte que se practica en el agua, la natación ofrece los mismos beneficios musculares que trotar, pero con un impacto mucho menor en las articulaciones.
Con los movimientos a todo lo largo del cuerpo (sobre todo con el estilo crol), se afina y tonifica la figura. Los glúteos se definen y tonifican, especialmente con el uso de la tablilla, que hace batir las pierna. El abdomen también trabaja, principalmente con el estilo mariposa. Además de ser un deporte que tonifica suavemente, el efecto de masaje del agua asociado a los movimientos relanzan la circulación y ataca la celulitis.
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