Una lesión cerebral indica una herida a nivel del tejido nervioso cerebral. Puede ser de dos tipos. El primero concierne a una lesión cerebral adquirida e indica toda lesión que el paciente ha recibido después de su nacimiento, como un traumatismo, por ejemplo. La segunda designa la lesión cerebral traumática que, como su propio nombre indica, ha sido provocada por un shock en la cabeza. Las consecuencias de la lesión cerebral son proporcionales a la fuerza del traumatismo. Ciertos síntomas como los dolores de cabeza, las náuseas, los dolores en los ojos o los transtornos del humor pueden permitir el diagnóstico de una lesión cerebral.