Compuesto en un 90% por agua, el líquido intersticial o líquido del intersticio, sirve para rellenar la parte vacía entre las células y los capilares sanguíneos. Gracias a su presencia se favorece la interacción entre ambas entidades. El exceso de líquido intersticial es reabsorbido por los capilares linfáticos. Se convierte, entonces, en linfa. Esta es transportada hasta el cuello donde de nuevo se integra en la vía sanguínea a través de la vena subclavia izquierda. La composición del líquido intersticial es relativamente cercana a la del plasma.