En los mamíferos, el cerebro está formado por dos hemisferios, que a su vez están formados por varios lóbulos cuyas funciones son distintas. Existen cuatro lóbulos externos y dos lóbulos internos. Entre los lóbulos externos encontramos el lóbulo frontal, responsable de la coordinación motora voluntaria, el lóbulo temporal que se ocupa de la audición y del olfato, el lóbulo parietal que se ocupa del sentido del tacto y el lóbulo occipital que gestiona los centros de la visión. Los lóbulos internos reagrupan el lóbulo límbico y el lóbulo central que denominamos ínsula.