Como la morfina, la codeína es una sustancia que se extrae del opio o adormidera. La codeína actúa directamente sobre el sistema nervioso central para aliviar el dolor (tiene una función analgésica). Aunque es menos eficaz que la morfina, la codeína es también es menos tóxica y peligrosa para el cuerpo. La codeína se utiliza antes que la morfina cuando el caso lo permita (dolores de intensidad media). Sus efectos secundarios más frecuentes son la somnolencia, los vómitos, los mareos y diversos problemas de la piel (granos, urticaria...). La codeína está contraindicada en pacientes con problemas hepáticos, pulmonares y en caso de alergia a la codeína.