Las sales minerales son indispensables para el organismo y su funcionamiento metabólico. Participan, entre otros, en el equilibrio hídrico, en la elaboración de enzimas y hormonas, en la composición de los huesos y los dientes, en la transmisión de los impulsos nerviosos y en la contracción muscular. Distinguimos los macroelementos (calcio, magnesio, fósforo,... ) presentes en grandes cantidades y los oligoelementos (hierro, cobre... ) presentes en cantidades infinitesimales. El cuerpo no puede fabricarlos de forma natural por lo que deben ser suministrados por los alimentos.