El ser humano tiene dos filas de dientes, implantados en los maxilares a través de sus raíces. Los dientes permiten la alimentación ya que los alimentos son triturados y masticados y también nos permiten hablar formando sonidos con la lengua y los labios; también sirven de apoyo de la estructura facial de la boca. Los dientes están formados por una corona, visible y recubierta de un esmalte blanco, por una raíz implantada en el hueso maxilar y por un ligamento que conecta la raíz y el hueso. En la edad adulta tenemos 32 dientes: 8 incisivos, 4 caninos, 8 premolares, 8 molares y 4 muelas del juicio.