Formada por agua destilada y cloruro de sodio (NaCl) diluido, la solución salina se define como una sustancia isotónica en la sangre, incluso si tiene un nivel de osmolaridad superior que la sanguínea. Se utiliza sobre todo para la limpieza de lentes de contacto (solución fisiológica salina), la nariz y los oídos de los recién nacidos (solución fisiológica en aerosol). En la medicina, se utiliza como un líquido para el llenado de las prótesis mamarias o para la rehidratación de los sujetos deshidratados. Las concentraciones utilizadas normalmente son 0,45 %; 0,22 % o 0.15 %, además de la glucosa al 5 %. La infusión intravenosa de solución salina depende mucho de las necesidades del paciente, por ejemplo, en los casos de diarrea o insuficiencia cardíaca puede ser de hasta 3 litros al día, en sujetos adultos.