En general, las personas diabéticas pueden consumir alcohol pero siempre con precaución.
Las personas que padecen diabetes pueden beber alcohol pero con mucha moderación. Las bebidas alcohólicas contienen azúcar, por lo tanto, pueden provocar un aumento de los niveles de glucemia. Tampoco podemos olvidar que el alcohol contiene muchas calorías por lo que favorece el aumento de peso.
Algunas bebidas contienen más azúcar que otras. Por ejemplo, la cerveza y otras bebidas alcohólicas llamadas "digestivos" contienen más azúcar que el whisky o el vodka. Una cerveza sin alcohol contiene más glúcidos y menos azúcar que una cerveza normal.
Beber alcohol aumenta el riesgo de sufrir un episodio de hipoglucemia, incluso cuando se consume una cantidad moderada.
Una persona con diabetes puede sufrir una hipoglucemia hasta doce y dieciocho horas después de consumir una bebida alcohólica. Por ejemplo, si una persona diabética ha tomado alcohol por la noche, corre el riesgo de sufrir un episodio de hipoglucemia hasta el mediodía del día siguiente.
Además, es importante saber que el riesgo es aún mayor cuando se toma alcohol sin haber comido nada antes.
Mientras que para las mujeres diabéticas la cantidad máxima de alcohol debe ser de un vaso al día, los hombres pueden tomar como máximo dos vasos de alcohol al día.
En cuanto a equivalencias entre tipos de bebidas y cantidad de alcohol, un vaso o una copa de vino de 120 ml contiene la misma cantidad de alcohol que un vaso de cerveza de 250 ml o un vaso de aperitivo de 50 ml.
Si un litro de vino de 10 grados contiene 80 g de alcohol/l, un vaso de 130 ml contendrá 10 g de alcohol.
Del mismo modo, un litro de cerveza de 5 grados contiene 40 g de alcohol/l. Por lo tanto, un vaso de 250 ml contiene 10 g de alcohol.
Una persona diabética que consume alcohol debe saber reconocer los síntomas de un episodio de hipoglucemia y reaccionar correctamente ante esta situación.
Los síntomas de una hipoglucemia incluyen: palpitaciones, palidez, náuseas, una gran sensación de fatiga, sudoración excesiva, debilidad muscular, malestar general y temblores.
Una persona diabética debe evitar el consumo de bebidas alcohólicas en caso de embarazo y lactancia. Tampoco se debe beber alcohol si se tienen antecedentes de alcoholismo, de episodios graves de hipoglucemia y de pancreatitis.
No se debe tomar ninguna bebida alcohólica antes de conducir un coche ni cuando se están tomando ciertos medicamentos.
Por último, está contraindicado beber alcohol si se padecen neuropatías, así como un nivel alto de triglicéridos en la sangre.
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