Lo colocación de una prótesis de cadera consiste en la sustitución de la cabeza gastada del fémur por una esfera metálica o de cerámica que va montada sobre un tallo (vástago); la cavidad que contiene esta cabeza es sustituida por un polietileno (plástico) ó un polietileno apoyado sobre un soporte metálico. La prótesis puede anclarse en el hueso mediante cemento o quedar fijada mediante un encaje a presión sin cemento.
La sustitución protésica de la cadera es una operación diseñada para reemplazar una cadera que se encuentra dañada normalmente por la artrosis. La cadera es una articulación constituida por una esfera dentro de una cavidad.
Se coloca una prótesis con cuatro objetivos fundamentales: el alivio del dolor, la recuperación de la movilidad, la corrección de la deformidad y la recuperación de la longitud y corrección de la cojera.
En España se realizan cada año unas 30.000 intervenciones de reemplazo de cadera, aunque el envejecimiento de la población hace prever un aumento del 174% de estas operaciones en los próximos 25 años.
Aunque la infección de la prótesis es una complicación poco frecuente (sólo afecta a un 1%-3% de los pacientes) es una complicación creciente debido al gran número de intervenciones.
La artrosis de la cadera es la principal indicación. La artrosis afecta habitualmente a personas de mediana edad y a los mayores. Los síntomas van desde unas leves molestias hasta un dolor severo incapacitante. El tratamiento de la artrosis de cadera persigue la disminución del dolor y la mejora de la movilidad de la articulación. Cuando los tratamientos conservadores no consiguen el alivio esperado, se puede considerar la posibilidad de colocar una prótesis de cadera.
Si las radiografías muestran un daño articular severo y ninguna otra forma de tratamiento ha conseguido un alivio satisfactorio, el cirujano ortopédico puede sugerir la colocación de una prótesis articular.
La colocación de estas prótesis ha transformado la vida de muchos pacientes, dándoles la oportunidad de ser nuevamente activos con menos dolor.
La intervención se realiza bajo anestesia general o raquídea dependiendo de las preferencias del paciente y anestesista o cirujano.
La estancia en el hospital puede variar, pero normalmente se encuentra entre 3 y 10 días.
Durante el postoperatorio se le enseñan al paciente las técnicas para caminar, subir y bajar escaleras, sentarse y levantarse de un asiento o del baño, y entrar y salir de un vehículo.
Después del alta es necesaria la rehabilitación diaria asistida por un fisioterapeuta y dirigida por un médico rehabilitador. Estos ejercicios de rehabilitación después de la cirugía de sustitución protésica de la cadera son fundamentales. La recuperación adecuada y progresiva depende en gran medida de la continuidad y cumplimiento del programa de ejercicios por parte del paciente. Se necesitan normalmente bastones ingleses o un andador en las primera fases de la rehabilitación, continuando con la utilización de un bastón de mano en los primeros meses.