El cuello uterino produce naturalmente un moco llamado cervical y compuesto por glicoproteínas. Esta secreción cambia de características dependiendo del momento del ciclo ovárico; por una parte antes y después de la ovulación, para proteger al útero de los microorganismos externos (bacterias ...) formando una barrera infranqueable (moco espeso, como una malla fina) ; en segundo lugar durante la ovulación para favorecer la fecundación ayudando a los espermatozoides (medio nutritivo, menos ácido que la vagina, favoreciendo su fluidez).