El síndrome de Evans es una afección hematológica rara que se caracteriza por una anemia (falta de glóbulos rojos) y una trombopenia (carencia de plaquetas). Se trata de una enfermedad autoinmune: el propio organismo es responsable de la destrucción de los glóbulos rojos y las plaquetas. Es potencialmente letal y provoca la muerte en alrededor del 20% de los casos. A veces se asocia al lupus eritematoso o a una leucemia. El tratamiento es medicamentoso e incluye inmunosupresores y corticoides.