El síndrome metabólico, también conocido como síndrome X, síndrome plurimetabólico o síndrome de insulinorresistencia, está constituido por un conjunto de enfermedades que comprometen el funcionamiento de la insulina en el organismo, tales como la obesidad, el colesterol alto, la hipertensión y la diabetes.
El síndrome metabólico es un conjunto de enfermedades que tienen como base la resistencia insulínica, la cual provoca que la insulina tenga dificultades para ejercer sus diferentes papeles en el organismo.
La insulina es la hormona responsable de retira la glucosa de la sangre y llevarla a las células del organismo. Además, actúa también en otros frentes, como el metabolismo de las grasas.
Generalmente, el síndrome metabólico esta relacionado con la obesidad y eleva el riesgo de padecer otras enfermedades como la hipertensión (presión arterial alta), problemas de colesterol y diabetes. Este síndrome suele provocar una tasa de mortalidad dos veces mayor en comparación con la población normal.
Los síntomas del síndrome metabólico son, en realidad, señales producidas por aquellas enfermedades que van asociadas al mismo. El malestar, los mareos y el cansancio, por ejemplo, se pueden relacionar con la diabetes, la hipertensión o con problemas de colesterol.
Aquellas personas que sufren este problema también pueden presentar otros dos síntomas característicos. Los llamados acrocordones -que son pequeños tumores benignos oscuros que se forman en la piel, generalmente del cuello- y la acantosis nigricans, caracterizada por el oscurecimiento de la piel, en regiones de dobleces como la parte interna de los codos, las axilas y el cuello.
El síndrome metabólico se produce generalmente por la resistencia a la insulina, proveniente del exceso de peso. Por ello, la obesidad es uno de los principales factores de riesgo, aunque también se pueden incluir aquí el sedentarismo, el tabaquismo y la existencia de antecedentes familiares de diabetes.
Exámenes físicos y de sangre, además de un control de la presión arterial, son acciones necesarias para realizar un diagnóstico del síndrome metabólico. En general, el médico solicita dosificaciones de colesterol total y fracciones, glucemia y tasas hormonales y de funcionamiento de hígado y riñones.
Para el diagnóstico, se evalúa también si el paciente presenta al menos tres de los cinco criterios determinados por los especialista como indicadores del síndrome. Son estos: circunferencia de la cintura mayor de 88 cm en las mujeres y de 102 cm en los hombres; hipertensión arterial; glucosa alterada en ayuno; triglicéridos mayores de 150 mg/dl y colesterol HDL menor de 40 mg/dl en hombres y menor de 50 mg/dl mujeres.
La pérdida de peso es muy importante en el tratamiento del síndrome metabólico. Adoptar un estilo de vida más saludable, evitando el humo y practicando actividades físicas con frecuencia es esencial también. Sin embargo, algunos pacientes pueden necesitar medicación, la cual debe estar prescrita por el endocrinólogo.
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