Un vendaje compresivo es capaz de comprimir una herida con el objetivo de limitar un sangrado. Este tipo de vendaje es importante también para evitar la aparición de edemas o hematomas en el marco de un esguince, por ejemplo. Los vendajes compresivos se deben aplicar de forma circular alrededor de la zona lesionada ejerciendo una fuerte presión, sin dudar de sobrepasar la zona de la lesión ampliamente. Lo ideal es no dejar este tipo de compresión mas de 10 minutos (20 como máximo).