Una persona de confianza se escoge libremente en el entorno. Es muy útil para las personas que necesitan ayuda cuando se entrevistan con el personal sanitario o que tienen dificultades en comunicarse. Esta persona de confianza puede, en algunos casos, dar su opinión en caso de hospitalización si el paciente por él mismo no puede expresarse. Se le pueden dar instrucciones con anticipación a la persona de confianza. Sin embargo, la persona de confianza no tendrá acceso al historial médico.