Una herida es un desgarro de la piel que puede ser causada de forma accidental, por una caída, una mordedura o incluso por el contacto con una herramienta u objeto cortante. Su tamaño y su profundidad pueden ser variadas y necesitar desde una simple limpieza con un desinfectante en el caso de un arañazo hasta una intervención con puntos de sutura si la hemorragia es muy importante. El principal peligro de todas las heridas es la infección y, particularmente, el tétanos.