La púrpura se caracteriza por la aparición de manchas púrpuras sobre la piel, provocadas por pequeñas hemorragias. Las manchas desaparecen cuando se apoya el dedo encima de ellas. Según el tipo de púrpura, las manchas pueden tener distintos aspectos. En la púrpura petequial las manchas son pequeñas, redondas y con contornos bien delimitados. La púrpura petequial está relacionada con un transtorno en la coagulación de la sangre y puede tener diferentes orígenes: reacción alérgica, toma de ciertos medicamentos, enfermedad autoinmune (ej. lupus), enfermedad infeciosa,...En la mayoría de los casos la púrpura petequial desaparece por sí sola en varios días.