En el marco de sus trabajos sobre la fisiopatología de las pápulas que se observan durante una erupción de urticaria, Sir Thomas Lewis en 1927 detalló un método diagnóstico denominado tríada de Lewis. Así la tríada de Lewis aparece cuando son observados los siguientes síntomas después de frotar la superficie de una lesión de la epidermis: una vasodilatación responsable del eritema, una acentuación de la permeabilidad vascular que provoca un edema y un reflejo de axón que conduce a la dilatación arteriolar vecina y, por tanto, a la extensión del eritema.