Las plantillas ortopédicas fueron concebidas en su origen para aliviar ciertos dolores a nivel de los pies (sobretodo en caso de pies planos, pies cóncavos o dolores tendinosos). Pero corrigiendo los puntos de apoyo al suelo las plantillas ortopédicas también han resultado interesantes para facilitar la marcha y, sobretodo, para aliviar los dolores dorsales. Las plantillas de sostén, especialmente, permiten repartir los puntos de apoyo y mejorar los dolores en las personas que tienen sobrepeso o en aquellas que deben estar mucho tiempo de pie.