El cáncer de la vejiga tiene una tasa de supervivencia muy variable con una tasa a los 5 años que va del 60 al 10%. Depende principalmente del grado de invasión de la vejiga, del número de tumores que haya, de su posible recurrencia y de las posibilidades de tratamiento. El tratamiento puede ser quirúrgico y, en caso de que se trate de un tumor infiltrante, requiere la extirpación de los órganos adyacentes. El tratamiento con quimioterapia o radioterapia puede plantearse para limitar su diseminación.