La xilocaína es un medicamento inyectable empleado para realizar una anestesia local por infiltración o inyección. Este medicamento solo puede ser adquirido con receta médica.
La xilocaína es un medicamento a base de clorhidrato de lidocaína, utilizado para realizar anestesias locales, regionales y por bloques nerviosos (conjuntos de nervios como el plexo cervical, lumbar o intercostal).
Este medicamento se emplea principalmente para la anestesia epidural o para la anestesia por infiltración. Asimismo, la xilocaína permite realizar infiltraciones articulares destinadas a calmar el dolor.
Xilocaína está contraindicada en personas con hipersensibilidad a los anestésicos locales, al clorhidrato de lidocaína, o a otro componente de esta solución. Además, este medicamento tampoco debe ser suministrado a pacientes tienen una presencia excesiva de porfirinas (moléculas que conforman una parte de la hemoglobina) que se manifiesta a través de trastornos tales como una colitis o problemas nerviosos y psíquicos. Asimismo, este medicamento debe ser utilizado con precaución cuando se consume junto con medicamentos betabloqueadores (utilizados en casos de insuficiencia cardíaca).
Xilocaína puede causar efectos secundarios, especialmente en casos de sobredosis. Así, por ejemplo, puede causar trastornos circulatorios (hipotensión, disminución del ritmo cardíaco). Del mismo modo, aunque con menos frecuencia, este medicamento también ha ocasionado paro cardíaco, pérdida de la consciencia y convulsiones.
La xilocaína se comercializa bajo la forma de una solución inyectable. Este medicamento solo puede ser suministrado bajo la supervisión de un médico de gran experiencia en la técnica de la anestesia.
En adultos, la dosis de xilocaína no debe sobrepasar los 200 mg, principalmente en caso de infiltración a nivel de las articulaciones. En el caso de una epidural, la dosis máxima fue de 400 mg, salvo que se trata de un alumbramiento en el que la dosis deba ser reducida a la mitad. En el caso de una cesaría, la concentración de xilocaína a ser empleada supera los 10 mg/ml.
En el caso de los niños, se utilizarán dosis de concentraciones bajas pero eficaces (entre 2 y 7 mg/kg), según el caso específico de cada paciente.