En general, el tratamiento del cáncer se realiza combinando cirugía, quimioterapia y radioterapia.
Excepto los tumores muy precoces que pueden ser curados con radioterapia exclusiva, la radioterapia es una parte más del tratamiento del cáncer y se suele administrar antes o después de cirugía y antes, simultáneamente o después de la quimioterapia.
La radioterapia utiliza las radiaciones para curar provocando un daño directo e indirecto en el ADN de las células con el objetivo de provocar la muerte celular.
La forma más habitual de administrar la radioterapia externa es a través de unos dispositivos denominados aceleradores lineales. Los aceleradores lineales han sustituido a las antiguas unidades de cobalto.
En el cáncer de mama, de próstata, de recto, de útero y de vejiga. La radioterapia también está indicada para aliviar el dolor y los síntomas producidos por los tumores diseminados en los huesos, cerebro u otras localizaciones.
La braquiterapia o radioterapia interna utiliza material radiactivo dentro del tumor o en los tejidos de alrededor. Las fuentes radiactivas utilizadas son radioisótopos de baja-moderada energía y limitada penetración tisular. Los radioisótopos de más aplicación clínica son el cesio, iridio, yodo y paladio.
Se aplica en forma de alambres delgados, cápsulas o semillas y se distribuyen en recipientes sellados.
Existen 3 tipos de braquiterapia según la localización de los aplicadores (dispositivos a través de los cuales se introduce el radioisótopo): la braquiterapia intracavitaria si se introducen en una cavidad natural (esófago, vagina), la braquiterapia intersticial si el radioisótopo se introduce directamente en el tumor y la braquiterapia superficial si el radioisótopo se deposita sobre una superficie (piel).
Según el tiempo de permanencia de la fuente radiactiva en el tumor, los implantes de braquiterapia puede ser temporales o permanentes. La braquiterapia intersticial de baja tasa de dosis es comúnmente utilizada en tumores de la cavidad oral, orofaringe, sarcomas y más recientemente en el tratamiento del cáncer de próstata de bajo riesgo.
La braquiterapia intracavitaria de baja tasa de dosis se aplica en tumores ginecológicos.
En el tratamiento radioterápico participa un equipo de profesionales especialmente entrenado dirigido por un Oncólogo radioterápico. El oncólogo radioterápico es un médico especialista en oncología radioterápica que elabora, prescribe y supervisa el plan de tratamiento radioterápico. Puede modificar el tratamiento dependiendo de la evolución del paciente, identifica y trata los efectos adversos de la irradiación y colabora con otros especialistas implicados en el tratamiento multidisciplinar del cáncer como oncólogos médicos y cirujanos.
Otros profesionales que intervienen son los físicos médicos, los dosimetristas, el técnico en radioterapia (que es la persona encargada de realizar el tratamiento diario de irradiación supervisado por el médico) y la enfermera de oncología radioterápica. Otros profesionales de la salud implicados en el cuidado de estos pacientes son los médicos nutricionistas, fisioterapeutas, dentistas y asistentes sociales. Antes de realizar un tratamiento con radioterapia el médico oncólogo radioterápico habla con el paciente y le explica los beneficios y riesgos del tratamiento así como otras posibilidades terapéuticas existentes.
Posteriormente se realiza la simulación que consiste en tomar las medidas y dibujar referencias en la piel para facilitar la entrada de los haces de irradiación externa.