El estrés puede tener consecuencias psíquicas y físicas sobre numerosas patologías por ejemplo como la jaqueca, los dolores de cabeza, el asma, el eczema o los insomnios. Por otra parte, el comportamiento de los padres y la ansiedad que presentan pueden transmitirse a los niños sin que la genética intervenga como lo demostró un equipo de investigadores de diferentes universidades de los Estados Unidos, de Gran Bretaña y de Suecia en la revista The Amercian Journal of Psychiatry en abril de 2015.
Con el fin de comprender mejor cuales son los papeles de la exposición de los niños al estrés de sus padres así como su modo de vida y la genética, los investigadores estudiaron diferentes modos de ansiedad analizando la información de 385 familias con gemelos monocigoticos y 486 otras familias con gemelos bicigóticos.
Las conclusiones de estos trabajos precisan que existe una relación entre el estrés de los padres y la de sus niños sin que los factores genéticos participen en ello.
El estrés de los padres sería la causa de la ansiedad y el estrés de sus niños. Por otra parte, la ansiedad de los niños impacta a los padres, agravando a su vez su estrés, situación que originaría un círculo vicioso difícil de romper.
Es importante que los padres comprendan que su estrés puede afectar a sus niños. Tomar conciencia de ello y adoptar medidas como aprender a administrar su estrés, lo que disminuiría la ansiedad de sus niños.
Es necesario también que los padres aprendan a no presionar a sus niños. Darles amor, escucharlos y hacerles realizar actividades deportivas les permitirán relajarse y vivir en un entorno menos agobiante.
Según los investigadores de este estudio y de numerosos especialistas, los padres, sobre todo los más inquietos deberían aprender a administrar mejor su estrés con el fin de evitar las repercusiones negativas en sus niños. Todas las actividades físicas disminuyen el nivel de ansiedad y de estrés gracias a la liberación de endorfinas que son fuentes de bienestar físico y mental, de euforia ligera y de pensamientos más positivos.
Varias plantas pueden ser recomendadas por su médico. Por ejemplo: el milepertuis presenta propiedades antidepresivas y calmantes y el lúpulo, que pertenece a la familia de Cannabaceae, planta antiestrés. Evoquemos también la passiflora tradicionalmente utilizada por sus efectos calmantes, pero también la valeriana, reconocida para sus virtudes ansiolíticos. Sin embargo, consulte con un médico o farmacéutico si está bajo tratamiento medicamentoso.
El yoga, la relajación y la meditación son excelentes métodos que permiten aprender a controlar el estrés.