El flujo vaginal blanco, también conocido como leucorrea, es una de las secreciones vaginales fisiológicas de las mujeres. Estas son algunas de las explicaciones sobre cómo se manifiestan y qué papel tienen en la vagina.
Las secreciones blancas de la vagina y el útero aparecen en la pubertad y acompañan a la mujer durante toda su vida. Tienen un color blanco amarillento y un aspecto viscoso a la entrada de la vulva. El flujo puede ser ligero o abundante, pues varía en función de cada mujer, dependiendo de la etapa del ciclo menstrual y del período fértil.
Estas secreciones tienen un papel importante: limpiar y lubricar la vagina. Cuando se produce la ovulación, ayudan a los espermatozoides a llegar al útero y fecundar el óvulo. Es inodoro en la mayoría de los casos, pero si su presencia es molesta, se pueden usar los protectores diarios para reducir la sensación de humedad.
La secreción blanca durante el embarazo no es un problema, ya que tiene el objetivo de humedecer la vagina. Si tiendes a tener líquido abundante, existe la posibilidad de que estés rompiendo la fuente.
Un cambio repentino en la textura y el color puede ser un síntoma de una enfermedad en curso. Un color oscuro o amarillento, a veces verdoso, con un olor fuerte o bultos pegajosos pueden ser un síntoma de una infección vaginal bacteriana o por hongos, sobre todo si van acompañadas de picazón, ardor, dolor en la parte inferior del abdomen o molestias durante las relaciones sexuales. Si presentas alguno de estos signos, consulta a un ginecólogo.
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