El flujo amarillo, dependiendo de características como el olor, prurito y volumen de secreción en la ropa interior, puede indicar la presencia de enfermedades ginecológicas. En este artículo puedes ver sus posibles causas.
En general, la presencia de flujo amarillo con olor desagradable puede indicar tricomoniasis, una enfermedad que se puede transmitir por vía sexual. No obstante, también la clamídia también puede causar este síntoma.
Por otro lado, los especialistas consideran que los flujos amarillos sin olor son comunes, especialmente si la mujer se encuentra en periodo fértil.
La tricomoniasis es una de las principales causas del flujo amarillo verdoso. Se trata de una infección vaginal causada por el protozoo Tricomas Vaginalis, y está considerada una ETS (Enfermedad de Transmisión Sexual). En general, este eflujo viene acompañado de dolor durante la relación sexual, olor desagradable, irritación y escozor genital, dolor al orinar y aumento de la frecuencia urinaria.
La vulvovaginitis también puede generar flujo amarillo verdoso. Esta infección aparece en la vagina, causando irritación, prurito, enrojecimiento e inflamación genital, además de olor desagradable, incomodidad o sensación de quemazón al orinar. Su origen puede estar en bacterias, hongos, virus u otros parásitos, además del uso de sustancias químicas presentes en geles, jabones y perfumes.
El flujo amarillo claro, si no tiene un olor desagradable, está considerado como normal por los médicos. Esto se debe a que las glándulas del cuello de útero liberan una mucosidad transparente que, en contacto con el aire, adquiere un color amarillento. Este flujo puede aparecer principalmente antes de la menstruación.
El flujo amarillo con olor puede indicar, además de las enfermedades mencionadas en el vaso de que sea verdoso, la presencia de clamídia, una enfermedad que se puede transmitir por vía sexual y que apenas causa síntomas. Para detectar esta situación es importante verificar si hay presencia de pus en la secreción.
El flujo amarillo con prurito indica, en la mayoría de los casos, tricomoniasis, que también puede generar flujo verdoso, dependiendo del paciente. Este problema se transmite principalmente por vía sexual y puede generar escozor y molestias al orinar. Debido a esto, es importante contar con la supervisión de un médico ginecólogo, que pedirá los exámenes necesarios para identificar el tipo de infección y determinar cómo combatirla.
Durante el embarazo, el flujo amarillo también puede estar causado por la tricomoniasis, que, en casos extremos, puede llevar a un parto prematuro. Por esta razón, y para detectar el flujo amarillo, la gestante debe consultar a su ginecólogo lo antes posible para que le prescriba el mejor tratamiento.
Para obtener un diagnóstico sobre el flujo amarillo, el médico ginecólogo debe realizar el examen de Papanicolau u observar la secreción vaginal. En general, el tratamiento para este problema, en caso de que se confirme la infección o ETS, consiste en tomar Metronidazol®, Tinidazol® o Secnidazol®. Si las causas están relacionadas con la gonorrea o la clamídia, el tratamiento puede ser realizado con antibióticos como Ceftriaxona®, Azitromicina® o Ciprofloxacino®.
La pareja de la paciente también debe realizar el tratamiento aunque no presente síntomas. Esta medida es fundamental para evitar que la mujer se contagie de nuevo.
Usar preservativo durante el tratamiento y evitar el uso de tampones absorventes, así como la ropa interior de material sintético, son medidas recomendadas para ayudar a tratar y evitar este problema.
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